Reciproca

Recíproca es un círculo de madera que existe gracias al equilibrio: cada parte se sostiene porque las otras la sostienen. Es una escultura, sí, pero también un gesto: un recordatorio de que lo que cuidamos, nos cuida. Su construcción será colectiva, hecha entre muchas manos, en una ceremonia de unión, gratitud y presencia. En ese acto compartido se revela lo esencial: nada se sostiene solo. Así como en la naturaleza, así como en la vida, así como entre nosotres.

Pensada para habitar Malabrigo, donde se resguardan 150 hectáreas de monte nativo, la obra afirma que ese monte que parece estar afuera también nos incluye. Cuidarlo es cuidarnos: necesitamos de los espacios silvestres tanto como ellos de nuestra presencia consciente. Construida con madera recuperada, "Recíproca" tendrá una escala humana y a la vez monumental, para ser atravesada y habitada. Su estructura retoma la lógica del autosoporte inspirada en los diseños de Da Vinci: piezas que distribuyen el peso y se sostienen mutuamente. En ella, la estructura misma se convierte en lenguaje. Recíproca no es solo una escultura: es una práctica de comunidad y cuidado. Con madera, manos y monte, dice simple y claro: lo que sostenemos, nos sostiene.